Vivimos rodeados de ondas, y en los últimos años, con el desarrollo de la tecnología inalámbrica y el aumento de dispositivos móviles, portátiles y tablets se ha incrementado el número de microondas que nos envuelven. Y según lo expertos pueden causar daños severos a nuestro organismo.
El espectro electromagnético muestra la distribución energética de las ondas según su frecuencia y su longitud. Estas ondas intervienen desde el bronceado de tu piel hasta en la señal de la televisión. Por eso, aunque no podamos verlas, están influyendo sobre nosotros de manera directa. Dentro de este tipo de ondas encontramos el espectro de luz visible, que es la región del espectro que captamos con el ojo humano, las de alta frecuencia como los rayos X o la luz ultravioleta y las de baja frecuencia como las de radio o infrarrojas.
La tecnología Wifi se encuentra dentro de este rango de baja frecuencia, cerca de las ondas microondas, lo que a priori denominaríamos “ondas inofensivas” para el ser humano, pero si es así, ¿porque el Wifi lleva causando polémica en temas de salud desde hace varios años ya? ¿Existe la denominada alergia al Wifi?.
Martín Pall, profesor de Bioquímica y Ciencias Médicas básicas en la Universidad de Washington, pide mesura con las conexiones, ya que alega que esta nueva tecnología puede estar detrás de enfermedades inexplicables como la muerte súbita cardiaca, el debilitamiento del sistema inmunológico o la fibromialgia. Por otro lado OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que los niveles de exposición a radiofrecuencia de las estaciones radiofónicas y de las redes inalámbricas son tan bajos, que no afectan a la salud de las personas. Por lo que no habría límite para seguir añadiendo más de esta tecnología. Aunque para mi personalmente la OMS no tiene demasiada credibilidad, recordemos la metedura de pata estafa que nos colaron con la Gripe A y el derroche de millones de euros en la compra de vacunas de prevención, aunque esto es otro tema.
Los expertos también apuntan que los campos electromagnéticos emitidos por los aparatos inalámbricos pueden afectar especialmente a niños y mujeres embarazadas. Y la implementación del Programa Escuela 2.0, (que pretendía sustituir el libro por el portátil y facilitar el acceso a internet en los centros educativos) motivó a algunos padres a crear la plataforma “Escuelas sinWifi”. Ya que teniendo en cuenta los datos de la fundación Vivo Sano, se calcula que un niño escolarizado en el rango de 3 a 16 años pasará más de 10.000 horas recibiendo radiaciones electromagnéticas. Desde la plataforma, Alfredo Suárez, director además de la fundación dice que no pretenden eliminar el Wifi sino hacer un uso racional de éste.
La mayor preocupación viene dada por la “suma de dispositivos”, es decir, por sí mismo un teléfono móvil, una antena de telefonía o una red Wifi no supone ningún problema para la salud, pero la exposición constante sin que se haya demostrado su acción en conjunto y en espacios cerrados si puede entrañar riesgo para la salud. La UE (Unión Europea) limita la potencia emitida por dispositivos de telecomunicaciones móviles y radio. Esta directiva incluye requisitos estrictos en materia de protección de la salud y la seguridad de los usuarios.
Sin embargo, aun siendo “inofensivas” estas ondas y aun legislando su potencia, a día de hoy se diagnostican casos de alergia a las redes Wifi. Bajo los síntomas de dolores de cabeza, insomnio, vómitos, escozor de ojos e inflamaciones en la piel y los tejidos blandos. Se calcula que las personas que padecen esta “sensibilidad especial al Wifi” son aproximadamente de 1 cada 1.000 personas.
LAS PLANTAS SE MUEREN CERCA DEL WIFI
Se trata de un experimento realizado por cinco alumnas de un instituto de secundaria en Dinamarca. La motivación para la realización del mismo fue debido a que las alumnas se percataron que las noches que dormían con el teléfono cerca de la cabeza se despertaban cansadas y desconcentradas.
Decidieron recrear esta situación con un router y plantas de berros. Debido a que un router irradia la misma energía que un celular. El experimento se compuso de dos habitaciones con condiciones de temperatura, luz y humedad idénticas en las que ubicaron una maceta con seis semillas, con la única variable que, en una de ellas introdujeron un router emitiendo señal Wifi.
Tras doce días de experimento, el resultado no solo fue claro, fue arrollador. Las semillas que no estaban situadas en la habitación del router germinaron normalmente, verdes y frondosas, mientras que las que las situadas en la habitación del router casi no habían crecido, estaban marrones y secas. Este aparentemente sencillo experimento ha reabierto muchos debates que ya existían sobre el peligro de las ondas electromagnéticas, y ya hay varios investigadores que prometen realizar un ensayo similar en un laboratorio para que las condiciones más controladas de este determine si efectivamente este resultado se debe solo a las ondas irradiadas por el router o si por el contrario hay algún otro factor culpable que se escapara analizar este experimento escolar.
En mi opinión personal, creo que este va a ser uno de los mayores problemas de salud dentro de unos años. No el Wifi en sí, sino la abrumadora cantidad de ondas electromagnéticas que nos rodean y acompañan en casi todos los lugares donde estamos. Hacemos uso de una tecnología de la cuál no se conocen sus efectos adversos por falta de información, y esa desinformación al cabo de unas décadas pasará factura.
.
[…] el post ¿Es peligroso el Wifi para nuestra salud? Ya te ponía de manifiesto los posibles efectos adversos a la exposición continuada y de manera […]