En los últimos años, el teléfono móvil se ha convertido en un objeto de primera necesidad. En el año 2000 había en España 24.000 millones de líneas y en 2013 casi se triplico la cifra llegando a los 60.000 millones, habiendo oficialmente desde 2006, más móviles que habitantes en el país. Al igual que la cantidad; el uso de éste también ha variado enormemente, ya no es un objeto por el que simplemente nos comunicamos (llamadas y mensajes), sino que se realizan todo tipo de actividades como conectarse a internet, hacer fotografías, jugar, comprar, etc… además se ha impuesto como un icono de estatus y sigue sus propias modas. Es el producto de electrónica que con más frecuencia cambiamos ya que la mayoría de los usuarios no pasa más de dos años con el mismo.
Pero realmente los teléfonos de hoy en día ¿son “móviles”?, yo recuerdo verle un Nokia a mi madre que era más “móvil” que cualquiera de los de hoy en día, ¿por qué te preguntarás? A pesar de que las funciones que puede desempeñar un teléfono hoy en día son mucho más amplias y variadas que las de los de hace tiempo, esa no es la cualidad que hace a un teléfono ser “móvil”. Yo cargaba ese teléfono y no lo volvía a recargar hasta dentro de una semana, podías salir a la calle sin lo que hoy en día se ha convertido nuestro “cordón umbilical” el cargador del móvil. Para mi un teléfono que no me cabe en el bolsillo y que lo tengo que recargar mínimo una o dos veces al día es lo menos “móvil” y funcional que puede existir.
A todo esto le tenemos que sumar, que antiguamente si se te viciaba la batería de tu teléfono, comprabas otra y se la ponías, pero hoy en día en la mayoría de dispositivos este componente está soldado al propio teléfono y solo es posible su cambio en un servicio técnico oficial, medida de obsolescencia programada que ya comentamos en el post Una bombilla como punto de partida. Mediante el cual se obliga de manera casi directa a los consumidores a tener que comprar el nuevo modelo del teléfono.
Atendiendo a esta premisa y a otras más como a la personalización del terminal, la modularidad y la libertad de software nacen iniciativas para crear teléfonos móviles con un concepto y premisas totalmente diferentes a las actuales. Entre ellas destacamos el Proyecto Ara, llevado a cabo por la más que famosa empresa Google.
PROYECTO ARA
Los teléfonos móviles que propone el “Project Ara” se basan en el concepto de hardware libre y se componen de un endoesqueleto conocido como “Grey Phone” (debido a que es de color gris) sobre el que se añadirán los diferentes módulos a gusto del usuario. Estos módulos construidos en metal y denominados «endos» se adhieren al endoesqueleto mediante imanes electro-permanentes, algunos de estos módulos son la pantalla, el procesador, la batería, la memoria o la cámara.
Se venderán varios modelos y en tres tamaños disponibles (Mini, Mediano y Grande) con mayor o menor modularidad. Siguiendo con la personalización, la carcasa externa del terminal podrá ser fabricada con una impresora en 3D en cualquier diseño y color.
La idea de Paul Eremenko director del proyecto es que estos terminales modulares tengan una vida útil de unos cinco o seis años gracias a que se podrá actualizar su software libremente y reparar un módulo estropeado en concreto en vez de todo el dispositivo.
Además, los smartphones modulares del Projecto Ara, dispondrán de baterías que duplican su capacidad energética frente a las actuales. Están desarrolladas por la compañía SolidEnergy, y aseguran dicha longevidad debido a la sustitución de los ánodos de grafito de las baterías de ión de litio por otro metal ultra fino, que eleva la densidad de energía de la batería notoriamente.
Pero no todo son ventajas, entre sus inconvenientes actuales destaca el peso y tamaño final del dispositivo, y el precio poco asequible para el consumidor medio.
Aunque la iniciativa del Proyecto Ara es la más sonada, no es la única, y ya existen otras como Puzzlephone de Circular Devices, aunque a diferencia de los smartphones de Ara solo tendrán tres módulos y de la que los creadores destacan la capacidad de personalización que tendrá tanto el hardware como en el software. Otros proyectos similares a este son el Eco-Mobius del fabricante ZTE, el Xiaomi Magic Cube de Xiaomi que contará con cuatro módulos o la iniciativa Vsenn llevada a cabo por un ex-empleado de Nokia.
FAIRPHONE
Como alternativa a estas iniciativas, ya contamos desde el 2014 con Fairphone, cuyos objetivos principales son crear terminales respetuosos con el medio ambiente desde su fabricación hasta el final de su vida útil y además garantizar que sus dispositivos han sido fabricados bajo unas condiciones laborales dignas y respetuosas. Compañía que hizo posible el proyecto mediante el apoyo de 80.000 personas vía crowdfunding.
Su modelo de negocio se basa en alargar la vida de los teléfonos móviles de manera ecológica y hacer su proceso de producción más eficiente. Los smartphones de Fairphone cuentan con un programa de recogida y reciclaje, se pueden arreglar sus partes por separado, tienen piezas que se pueden descargar e imprimir uno mismo, las baterías son extraíbles, se cargan mediante micro USB y el uso de los minerales necesarios para su fabricación está perfectamente regulado.
¿Y tu? ¿que tipo de móvil tienes o tendrás? Yo si todavía me dura el Alcatel que me regaló la compañía de teléfono hace 7 años seguiré con él.
Imagen destacada: Project ARA
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[…] Es un teléfono modular diseñado para durar y fabricado de manera ética del que ya hablamos hace tiempo en el post “Teléfonos Modulares”. […]