Como todas las cosas en esta vida, la ecología también tiene su lado “negativo” o por los menos ciertas cosas que no considero correctas, por eso, en este post te voy a decir las 5 cosas que no me gustan del ecologismo.
1. LOS DICTADORES ECOLÓGICOS
En todas las causas y movimientos hay extremistas, pequeños dictadores que nunca se cansarán de decirle a la gente lo que debe hacer y como debe vivir su vida. Hay pocas cosas peores que toparte con una persona así y peor aún tenerla como amigo. El típico que va por la calle dando lecciones cívicas o el amigo vegetariano que cuando vais a un restaurante empieza a describirte como han vivido y matado uno a uno a los animales de los platos de la carta o en su fiesta de cumpleaños solo pone comida vegetariana, cuando la relación en la sala de omnívoros-vegetarianos es del 80-20%, señor mío, hay que empatizar y ceder un poco… yo he tenido que poner reggaeton en mis fiestas 😉 .
2. LA ECOLOGÍA COMO MODA
Las modas desvirtúan los conceptos, y cuando ocurre eso, se mercantiliza y el origen del concepto se pierde en el olvido. Creo que ha pasado con otros movimientos como sucedió con el feminismo en su día en el que se utilizó la causa a favor de las empresas para vender un montón de productos como cosméticos, ropa o tabaco a cambio de la falsa creencia de libertad, rebeldía e igualdad respecto al hombre, y con la ecología ha sucedido lo mismo. Marcas se suben al carro de esta moda ecológica y nombran a sus productos con prefijos como eco y bio creando una falsa imagen y haciendo imposible para el cliente distinguir las entidades que están involucradas con la causa de verdad.
3. LA INTOLERANCIA DE LA SOCIEDAD
Es increíble darse cuenta con el paso del tiempo de lo que le puede molestar profundamente a la gente el que alguien esté interesado o involucrado en una causa o movimiento social totalmente altruista. También pasa cuando le dices a tus amigos y familiares que quieres emprender, y de repente se les pone por una milésima de segundo una cara como de oler mierda, que no te han dicho nada pero te lo han dicho todo, y no importa lo que digan después. Aunque la mayoría te hará comentarios tales como “¿Y porque haces eso?”, “La situación no está ahora para…”, “¿pero te da dinero?”… Pues con esto pasa lo mismo, si hay alguien interesado en alguna causa altruista, de manera proporcional a su involucración en dicha causa es el número de personas que le pondrán la cara descrita anteriormente. Esta sociedad no empatiza con el que alguien dedique su tiempo libre a limpiar la playa o luches por unos derechos civiles en cuestión, directamente no entienden porque «malgastas» tu tiempo en algo que no es ocio o que no te da dinero.
4. LA RENTABILIDAD DE LA ECOLOGÍA
Cuando algo es rentable, de repente aparecen muchas moscas alrededor de la mierda en cuestión. Hasta hace no mucho, el gobierno y muchas empresas no se mencionaban sobre la implementación ecológica en los métodos industriales y agrícolas, de echo no lo potenciaban, pero en los últimos años han ido viendo la gran rentabilidad a largo plazo de estos sistemas y además con la buena imagen que da asociarse a este concepto, la mayoría de los gobiernos y marcas han aprovechado este filón para subirse al carro de lo ecológico.
Esto ha sucedido de manera muy acusada con la filosofía del “Hazlo tu mismo” potenciada cada vez más a partir de la crisis económica. Fomentando el aprovechamiento y reutilización de materiales como método de ahorro y no como filosofía de vida en sí. ¿Que va a suceder cuando salgamos de la crisis? (si salimos…) ¿volverá el despilfarro?
5. EL SENTIMIENTO DE CULPA
Cuando te preocupas por algo , siempre tienes esa sensación de no saber si estás haciendo y dando lo más de ti por esa causa, o de si con tus actos cotidianos la estás perjudicando en algo. Esta es una sensación que pocas personas de tu entorno suelen compartir aparte de ti y es muy frustrante. La gente no va a entender porque te sientes mal si compras un artículo que viene desde la otra punta del mundo, o de si compras un producto de cierta marca que tiene prácticas poco sostenibles, o de si compras un coche que consume mucho… no tienen esa sensibilidad que tu si posees. Otras personas sentirán eso por otras causas y otras (la mayoría) no sentirán nada por nada porque están insensibilizados ante esta realidad consumista y sedienta de ocio. La cuestión es que siempre te sientes un poco solo y culpable si estás involucrado en algo de manera totalmente desinteresada.
Y ni que decir, que este sentimiento se acentúa en cierto días o momentos, por ejemplo, el día después de reyes, cuando ves todos los cubos de basura de tu ciudad repletos de cajas y envases de plástico, que va
Me gustaría saber si coincides con estos puntos y si te sientes así a menudo. ¡No te cortes!, escribe un comentario.
Creo que este post esta muy bien, no habla «mal» sobre la ecología, es todo lo contrario, creo que trata muy bien los diferentes enfoques que se le da a este tema, estoy de acuerdo, ya que esta sociedad se mueve puramente por modas o por querer aparentar y al final se olvida la finalidad real del concepto «ecología» o «ecológico» y sólo unos pocos lo siguen realmente como una filosofía de vida.
Estoy absolutamente de acuerdo, he descubierto este blog hoy y tienes artículos muy interesantes. Ser amiga del planeta es algo por lo que me llevo peleando mucho tiempo y a veces es frustrante comprobar como a la inmensa mayoría les importa un bledo. Descubrir que hay gente con la que puedes intercambiar inquietudes y que te enseñen a ser un poco mas eco, bio o sostenible es genial.
Por supuesto Ana. Es muy importante buscar unas cuantas personas o una comunidad a fin a tus ideales y estilo de vida, sino se hace muy cuesta arriba. Me alegro de que te guste el blog. Un abrazo
[…] eso es inevitable y también pasa con muchas empresas y marcas, como te comenté en el post “5 Cosas que no me gustan del ecologismo” en el apartado llamado “La ecología como […]
A mi me pasa lo mismo, parezco un bicho raro cuando es mis celebraciones saco vasos y platos de cristal, todos me dicen, pero usa de plástico para no fregar, y siempre digo el plástico no me gusta, y no os preocupeis que yo friego todo, no me importa. Veo los contenedores a tope de basura y pienso que la mayoría de la gente no es consciente de toda la basura que generamos, y además es que ni se lo plantean. Besoss
O no se dan cuenta o no quieren verlo. El hecho es que materiales como el plástico se han convertido ya en un auténtico peligro para la continuidad en el planeta. El ritmo de fabricación de productos usando este material sumado a la corta vida útil que tienen y su imposibilidad de reciclaje hacen de este, un material muy peligroso.